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Entre los meses de enero y febrero de 2014, alguien encarga destruir de forma ilegal el yacimiento arqueológico de Aigües Baixes, arrasando con una máquina excavadora todos los muros y las estructuras descubiertas en la intervención arqueológica de 2013. Se retiró la tierra que cubría la capa de geotextil dispuesta para proteger y señalizar los restos arqueológicos, así como la estratigrafía no agotada de las habitaciones; y se desmontan tanto los muros de las estancias como la muralla perimetral del recinto defensivo.

También se realiza un desbroce de la totalidad del área central del edificio, el patio de armas, así como de una franja considerable al este y fuera del recinto arquitectónico. Se aprecian abundantes restos cerámicos en toda la superficie alterada por el desmonte mecánico. Tanto las piedras de las estructuras como la tierra retirada se acumulan en el flanco norte del yacimiento y se intentan cubrir con la vegetación desbrozada.

La destrucción ilegal del patrimonio arqueológico en el yacimiento de Aigües Baixes está claramente ligada a los intereses y las expectativas urbanísticas del lugar que, en la actualidad, está considerado como suelo forestal no urbanizable

El origen de todos los males es la codicia.

                                                      André Maurois (1885-1967)

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